martes, 6 de marzo de 2012

Obra: "l'absent"



"L'absent"
detalle
200 x 200 x 15 cmts
2004






2004 y ayer, que ya era 2012, me acordé de ti.
Andábamos al alba, como siempre de puntillas y a pies descalzos, cuando llamaste, María, y me pediste que te hablara del agua. El agua, lo que siendo no se opone, y yo, que cantando nanas afino poco, hice lo que puede. Y me acordé, al oírte, María, del ausente y del cocinero japonés aquél al que, tras años de esfuerzo y dedicación, le dieron la estrella Michelín y que a la mañana siguiente, subió despacio hasta el ático del inmueble donde vivía y se arrojó al vacío. Pero, ¿sabes María?, el japonés sobrevivió y cuando alguien le preguntó por qué quitarse la vida tras su éxito, cuentan que él respondió: “porque no tenía a quién contárselo”.
Y yo María, que sé, como tú, lo que es el miedo e intento saber, como tú, lo que es el agua, prometí aprenderme todas las nanas y derramártelas, y que esa noche tú fueras quien me oyera para que esa noche fuera yo quien te oyera. Y yo, María, que soy el ausente por estar ella ausente, y que, como tú, ando a tientas acariciando a ése al que contárselo y tiemblo, como las cuerdas de tripa, cuando las cortan, si no lo encuentro.
Y ahora, que andamos al alba, como siempre de puntillas, espero que llames y me acuerdo, María, llena eres de gracia, de lo que quise decirte ayer, cuando todavía era, dentro de tu vientre, el 2004.